
Una reciente sentencia del Tribunal Supremo ha encendido las alarmas: no siempre es la empresa quien carga con las sanciones tributarias. Si eres administrador y actúas con negligencia, podrías enfrentarte personalmente a una sanción, con tu propio patrimonio en riesgo. Pensar que una sociedad limita siempre la responsabilidad es un error que puede salir muy caro.
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Hacienda puede ir más allá de la empresa
El fallo del Supremo, emitido en julio de 2025, tiene implicaciones importantes para quienes gestionan sociedades. En el caso juzgado, la Agencia Tributaria sancionó a una empresa por irregularidades cometidas en 2007 y 2008. La multa rozaba los 100.000 euros. Pero la clave no fue la cuantía, sino quién terminó asumiéndola.
El tribunal dejó claro que, si bien las deudas tributarias son responsabilidad de la sociedad, las sanciones derivadas de una gestión negligente sí pueden recaer sobre los administradores. En este caso, las deficiencias detectadas incluían contrataciones mal gestionadas y una contabilidad poco transparente.
El principio de diligencia ya no es una opción
El Tribunal entiende que el administrador que actúa sin cuidado, que omite controles o toma decisiones sin justificación suficiente, no solo pone en riesgo a la empresa: está comprometiendo sus propios bienes. Porque cuando esa negligencia deriva en una sanción, la acción social de responsabilidad permite reclamar directamente contra él.
¿Qué riesgos corres tú como administrador?
Si gestionas una sociedad, debes tener muy presente que:
- Firmar contratos sin revisar puede ser un error costoso. No todo proveedor actúa con buena fe, y tú eres quien responde por las consecuencias.
- Una contabilidad mal llevada no es una simple falta de orden. Puede convertirse en una infracción con sanciones personales.
- El “no lo sabía” ya no sirve. La ley exige diligencia, información y cumplimiento de las obligaciones legales.
Cierre de ejercicio: el mejor momento para hacer balance
Estamos ya en la recta final de 2025. Este es el momento adecuado para hacer una revisión profunda de cómo se han tomado las decisiones este año. Te recomendamos plantearte estas preguntas clave:
- ¿Has documentado correctamente todas las decisiones del órgano de administración?
- ¿La contabilidad refleja fielmente la situación de la empresa?
- ¿Hay operaciones que puedan levantar sospechas en una inspección?
- ¿Se han tomado medidas para asegurar la transparencia en la gestión?
La prevención es tu mejor defensa
Un chequeo jurídico y contable puede ayudarte a identificar puntos débiles antes de que se conviertan en problemas mayores. Desde nuestra asesoría, te ayudamos a revisar la situación actual, detectar riesgos y reforzar la protección de tu patrimonio personal como administrador.
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